Ojo... ¡SPOILERS! A continuación se revelan aspectos fundamentales de la trama del último episodio, así que, si todavía no lo has visto, es mejor que dejes de leer ahora.
Después de los tensos momentos que cerraron el primer capítulo y de saber que alguien perdería la vida en el siguiente, todo parecía apuntar a que Hershel (Scott Wilson) no saldría con vida de Sick (3x02). Sin embargo, no era él, sino a tres de los presos que ya residían en la cárcel a la llegada del grupo de supervivientes, a los que les esperaba un amargo destino. Tras llegar a un acuerdo con Rick (Andrew Lincoln) de permitirles quedarse en un ala de la prisión a cambio de comida, las intenciones de algunos de ellos acaban resultando poco amistosas, lo que lleva al sheriff a deshacerse de dos de ellos. El tercero fue mordido por un caminante y, antes de repetir la "solución" aplicada al granjero, fue asesinado por uno de sus compañeros. Mientras, Hershel sigue en estado grave, Carol quiere practicar una cesárea a una zombie para el futuro parto de Lori (Sarah Wayne Callies), y ésta y Rick tienen un pequeño acercamiento.
Pero si los dos primeros episodios de la nueva entrega han sido de infarto, el tercero contendrá varios de los momentos más esperados de la temporada: la aparición de David Morrissey como El Gobernador, uno de los villanos más icónicos y sanguinarios de los cómics de Robert Kirkman, y el regreso de Merle Dixon (Michael Rooker) como uno de sus hombres. Al comienzo del capítulo, Andrea (Laurie Holden) y Michonne (Danai Gurira) divisarán un accidente de helicóptero que las llevará hasta Woodbury, donde reside una nueva comunidad de supervivientes. Sin embargo, pronto surgen los conflictos con sus nuevos compañeros, por lo que se verán obligadas a tomar una decisión.
(Fuente: Sensacine.com )
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